viernes, 13 de febrero de 2015

DESEO...


Lo que soñamos, lo que anhelamos y lo que deseamos a veces se percibe como algo frívolo y superficial, o incluso como algo que no deberíamos tener, porque creemos que debemos buscar el desapego, porque nos asusta sentir frustración.

Mi visión del deseo parte de algo que sentimos muy íntimamente, algo que la propia vida incluye dentro de nosotros y que nos impulsa hacia algún lugar.

Todos los deseos son bonitos y legítimos, y también son la fuerza creativa de la vida. Si no tuvieras deseo no crearías nada. Nadie crearía nada y todos seríamos piedras inertes. El deseo es lo que mueve a la humanidad y lo que te mueve como ser humano a crecer, a ampliar y a abrirte a todo.

Es algo bueno y valioso, y en cambio a veces nos avergüenzan nuestros deseos, los rechazamos o incluso juzgamos que deberíamos tener deseos más elevados, altruistas… Los deseos parten de nuestro interior, no de la autorreflexión o el capricho. La vida los coloca en nuestro interior, llaman a nuestra puerta y creo profundamente que, precisamente por eso, porque provienen de la vida misma, son algo que hay que honrar, valorar, atender y escuchar.

A veces sí tenemos deseos que no vienen de nuestra esencia, sino que se han colado por error,  por comparación, por nuestra observación de la realidad que nos rodea y que nos hace creer que nosotros también deberíamos desear cosas “deseables” que otros tienen.

Es importante que aprendamos a distinguir los deseos internos de los deseos intrusos. Es algo que puedes hacer fácilmente siempre que quieres algo preguntándote:

¿Para qué quiero esto?

Cuando queremos algo normalmente es porque creemos que eso nos va a hacer SENTIR de una manera determinada. Por ejemplo, porque creo que me va a dar amor, alegría, paz, libertad, seguridad, confianza, entusiasmo, pasión… Cualidades que son ya algo mucho más profundo que eso que parece que quieres.

Por eso quizá  la verdadera pregunta sería:

Quiero esto porque creo que me hará sentirme….¿cómo?

Y un paso más allá:
¿Qué es lo que realmente deseo SENTIR en esta vida?

Aquí ya empiezas a acercarte a la esencia del deseo. Ojalá puedas conectar con tu verdadera respuesta a esa pregunta. Entonces, el camino de tu vida se hará claro, lleno de certeza, coherente y poderoso.



 



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